Aunque fue feriado por celebrarse el 5 de julio, Día de la Independencia de Venezuela, los comerciantes de la ciudad decidieron subir las santamarías de sus tiendas para ofrecer a los ciudadanos sus mercancías.
En horas de la mañana el comercio de la capital del estado Monagas, lució normalmente como cualquier día de la semana, lo mismo sucedió con el transporte público; quienes decidieron acudir al centro de la ciudad, no se encontraron con ningún inconveniente que se los impidiera.
Después de las 3:00 de la tarde, muchos establecimientos empezaron a cerrar sus puertas, pues el flujo de transeúntes disminuyó considerablemente en relación a las horas de la mañana.
Supermercados, restaurantes, farmacias y otros establecimientos donde se expenden artículos de primera necesidad, laboraron hasta más tarde.
“Hay que trabajar, no podemos desperdiciar ni un día. Estamos saliendo de una pandemia que nos paralizó por casi dos años y si queremos que el país progrese no podemos darnos el lujo de perder un día”, aseguró la encargada de una tienda de lencería situada en la avenida Bicentenario.