En medio de la pandemia por le covid-19, desde hace varias semanas se observa mayor cantidad de vendedores informales en las calles del centro de Maturín. La calle Monagas es una de ellas, donde los llamados buhoneros tomaron las aceras lo que puede causar incomodidad para los peatones a la hora de caminar.
Con atractivas ofertas buscan llamar la atención de las personas que salen al casco central. Dado que el dólar es la moneda más cotizada en el país, los buhoneros ofrecen su mercancía a precio de la divisa americana, el más común; cuatro blusas por $10 o tres franelas por $10.
Los trabajadores del comercio informal, alegan que el alto nivel de desempleo aunado a la necesidad por la crisis económica, los obliga a buscar la manera de ganarse la vida. Muchos de quienes ejercen esta labor son mujeres madres de familia.
“Uno tiene que salir a buscar el sustento para su familia ya que no se consigue empleo, la situación está muy difícil como para quedarse en casa. A nosotros nadie nos ayuda, en mi caso tengo tres hijos que mantener y lo que gana mi esposo no nos alcanza y yo no he podido conseguir trabajo”, manifestó Viviana Salas trabajadora informal.
Ciudadanos comentan que poco a poco se ven más tarantines en las calles, principalmente de ropa que suelen ocupar buena parte de la acera. Transeúntes señalan que deben andar muy pendientes cuando transitan estas calles para evitar ser víctimas de los choros.
Vale recordar que solo en semanas flexibles es cuando se aprecian gran cantidad de vendedores en las calles, ya que en las radicales no está permitido. En estas semanas sólo se observa gente con su mercancía en ganchos que deben esconder cuando ven policías alrededor.