Preocupada por la caída en picada de la audiencia, la Academia de Hollywood lleva años barajando opciones para hacer más ágiles las ceremonias del Oscar. Han modificado el orden de los premios, reducido los tiempos de los discursos de los ganadores e incluso llegaron a sugerir eliminar algunas categorías de la transmisión, provocando duras críticas de los agremiados. La organización ha comunicado este martes a sus miembros que la gala del 27 de marzo, la número 94 de la historia y donde El poder del perro de Netflix parte como favorita, sufrirá algunos cambios para “priorizar a la audiencia televisiva” y mantener lo “esencial y relevante” del espectáculo.
La principal modificación es que la ceremonia presencial comenzará una hora antes de lo programado en el teatro Dolby. Durante este tiempo, antes del inicio de la transmisión, serán entregados ocho premios: Corto documental, Montaje, Maquillaje y Peluquería, Banda Sonora (donde compite Alberto Iglesias, por Madres paralelas), Diseño de producción, Corto animado (otra categoría con presencia española, gracias a The Windshield Wiper, de Alberto Mielgo), Cortometraje y Sonido.
La producción editará después estos premios y los integrará a la transmisión en vivo, que durará unas tres horas y donde serán premiadas 15 categorías. “Para ser claros, todos los nominados serán identificados [durante la emisión televisiva] y los discursos de todos los ganadores serán incluidos en directo”, ha explicado el presidente de la Academia, David Rubin, en un correo electrónico a los agremiados. Para tranquilizar a los integrantes de los diferentes sindicatos, Rubin especificó que los ocho premios mencionados “no serán presentados antes del espectáculo ni durante la alfombra roja”, como han especulado algunos en Hollywood. Esto quiere decir que las estatuillas serán otorgadas con el Dolby lleno en toda su capacidad.
La Academia cree que este cambio dará más tiempo a entretener a la audiencia con números musicales, fragmentos de las películas nominadas, tributos y chistes de las presentadoras. Hace unos días la cadena ABC, anfitriona del premio, confirmó que tres comediantas, Wanda Sykes, Amy Schumer y Regina Hall, serán las encargadas de guiar la ceremonia después de tres años de Oscar sin presentador.
“Para la audiencia que está en casa el flujo del espectáculo no cambia, pero este será más ajustado y electrizante”, prometió Rubin. El presidente dejó claro que la Academia corregirá uno de los grandes fiascos del año pasado, cuando se invirtió el orden de los premios. La gala de 2021 cerró con el premio de Mejor actor pensando que sería para el fallecido Chadwick Boseman, pero en realidad fue a parar a manos de Anthony Hopkins, quien no estaba presente. La ceremonia 2022 cerrará nuevamente con el premio más esperado.
De esta forma los Oscar imitan algunas otras grandes ceremonias de premios. Especialmente los Grammy, dedicados a la música, y los Emmy, a la televisión, donde varias categorías se entregan fuera de cámara. Esto ha permitido sumar números musicales o reducir el tiempo de las emisiones, una petición en la que año tras año insisten las cadenas que emiten los premios.
Estos ajustes pretenden frenar la caída de espectadores agravada durante la pandemia. La ceremonia del año pasado fue la menos vista de la historia, con solo 9,23 millones de personas sintonizando la gala. Fue una caída del 51% de la audiencia comparado con 2020.
La Academia también ha anunciado recientemente algunas iniciativas para aumentar el involucramiento del público. Entre estas se encuentra la creación de un premio al filme favorito de los espectadores, que será votado vía Twitter y anunciada el 27 de marzo durante la gala. Quienes participen en la convocatoria podrán ganar un viaje a Los Ángeles para seguir desde el teatro Dolby los premios de 2023 e incluso llegar a presentar una categoría en una ceremonia que promete prestar cada vez más atención a la gente.