Frente a la hiperinflación y la devaluación del bolívar, los empleados públicos atraviesan por una situación similar a la de los pensionados del IVSS: buscando la forma de sobrevivir con sueldos bajos en medio de una profunda crisis económica.
Esto a juicio de Emilio Lozada, presidente de la Federación de Jubilados y Pensionados de Venezuela, quien manifestó su criterio durante una entrevista en Unión Radio para el programa Desde La Cabina.
Lozada explicó que, actualmente los pensionados cobran 0,36 centavos de dólar y, mientras que los empleados públicos ganan en bolívares, la mayoría de las transacciones comerciales se hacen en dólares.
Es así como, mientras los “abuelitos” ganan un millón doscientos mil bolívares (1.200.000 Bs) al mes, una caja de pastillas para la hipertensión cuesta más de seis millones de bolívares (6.000.000 Bs). Esta situación, los obliga a decidir entre comprar comida o medicamentos.
En el caso de los empleados públicos, sus sueldos no alcanzan para continuar con las tradiciones propias de la época decembrina; ya que, para comprar los ingredientes para preparar 30 hallacas se necesitan alrededor de 40 sueldos mínimos.
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