La situación económica que vive el país se ve reflejada muchas veces en los mercados de las ciudades y en Maturín no se escapa a esa realidad.
Aunque por fuera del establecimiento se evidencia una realidad, basta con entrar para notar el contraste; pasillos solos, vendedores tratando de ofertar al mejor precio los víveres y alimentos para tener algo de dinero, comerciantes que han dedicado su vida en el lugar tratan de sobrevivir.
De un total de 340 carniceros que laboraban en uno de los principales puntos de compra y venta de alimentos, actualmente quedan cuatro, así lo dio a conocer el señor Luis Antonio Romero, quien tiene, en sus palabras, 50 años trabajando y echándole un camión en el mercado de Los Bloques.
Según lo expresado por el carnicero, “antes la Alcaldía de Maturín nos apoyaba con un ganado que le era pagado como si se tratara de un proveedor, era un beneficio que teníamos y nos permitía vender a un precio más cómodo para todos, eso se acabó desde la pandemia”.
Romero aseguró que todos sus compañeros migraron a los supermercados asiáticos, que se han esparcido por la capital monaguense debido a las condiciones laborales y de los establecimientos.
De acuerdo al trabajador, en la actualidad a la semana se vende entre media res y «cuando mucho dos animales de un total de 150 reses mensuales hace un par de años».
Afirmó también que lo poquito que venden es a precio muy bajo, “para que la gente tenga opción de llevar algo a su casa”.
Solicitó a las autoridades realizar una restauración total del edificio comercial, “las infraestructura nos va a caer encima, en cualquier momento esto se cae
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