Durante una entrevista con The Spectator, Nabarro afirmó que “nosotros, en la Organización Mundial de la Salud, no abogamos por los encierros como el principal medio de control de este virus” y, por el contrario, el confinamiento debe ser una estrategia de reorganización y protección para los trabajadores de la salud.
Así mismo, al sugerir la cuarentena como medida de contención, la OMS no buscaba afectar a los sectores de turismo o la alimentación de los niños y ancianos.
Ante tales circunstancias, Nabarro explicó que “los confinamientos tienen la consecuencia de que hacen a la gente pobre más pobre”, por lo cual, el representante de la OMS se suma a científicos, activistas y demás expertos en la Gran Declaración de Barrington.
A la fecha, este movimiento ha recaudado 50 mil firmas solo en Estados Unidos, 6 mil de las cuales son de científicos y expertos médicos.