La segunda ola epidémica del coronavirus que en estas últimas semanas ha causado estragos en La India aumentó espectacularmente la carga de trabajo a los sepultureros, según una investigación publicada por la agencia AFP.
Confinada desde el lunes por la noche durante una semana, el cementerio de Jadid Qabristan Ahle, en la capital india, recibió once difuntos en tres horas, a diferencia de diciembre y enero pasado cuando hubo días en que la excavadora permanecía inactiva.
“A este ritmo, dentro de tres o cuatro días no habrá más espacio”, dice Mohamed Shamim, sepulturero de 38 años, quien señaló que en estas últimas semanas han enterrado a unas 20 personas hasta el atardecer.
“Alrededor del cementerio, trabajadores con trajes de protección azul o amarillo, inhuman cadáveres dentro de bolsas blancas o ataúdes de madera barata. Pequeños grupos de hombres, algunos con kufis (gorros islámicos), miran solemnemente la tierra mientras el imán reza las últimas oraciones bajo el tumulto de la tormenta que se abate, mezclando polvo y lluvia”, reseña el portal web.
Sólo durante el mes de abril fallecieron quince mil indios a causa del Covid-19, una alarmante cifra que incremento la tasa mortal a 18 mil desde que inició la pandemia. Aunque hay quienes piensan que el número real podría ser mucho mayor.