En una declaración sorprendente, este martes 5 de enero el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, admitió ante sus seguidores que el país está en quiebra y que él, desde su cargo, no es capaz de superar la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
Frente al Palacio de la Alvorada, residencia oficial del mandatario en Brasilia, el mandatario afirmó:
“Brasil está quebrado. Yo no consigo hacer nada. Quería modificar la tabla del impuesto de renta, pero no pude”, afirmó el mandatario.
“La debacle causada por la pandemia afectó la economía y la prensa nacional se encargó de agravarla, al engrandecer sus efectos”, argumentó Bolsonaro, en un nuevo ataque a los medios de comunicación, la mayoría de los cuales son críticos de su gestión.
Acerca de la gravísima situación económica en el país, aseguró que “existe ese virus (Covid-19) potenciado por esos medios de comunicación que tenemos, por esos medios de comunicación sin carácter”.
Sin embargo, no aludió al cierre en diciembre de la ayuda de emergencia que entregaba el Gobierno a trabajadores informales y desempleados e insistió en que otra forma de ayudar a las familias sería reduciendo el impuesto de renta.
Sin pruebas, el gobernante atacó nuevamente a la prensa, la cual, según él, desarrolla “un trabajo incesante de intentar desgastar (a su administración) para sacarnos de aquí y poder atender sus intereses oscuros“.
Vaticinios gubernamentales y de economistas predicen que Brasil cerró el 2020 con una contracción económica de alrededor del 4,5 por ciento, debido al impacto que causó la Covid-19 en la sociedad.
Junto a Estados Unidos y la India, el gigante suramericano aparece entre los países más afectados por el patógeno que hasta la fecha cobró más de 196 mil vidas y se acerca a los ocho millones de contagios.